Combo-Libro 1 y 2
$20.00
Libro 1 de trilogía “Distancia en el Viento”
La vida es como el viento; variable e impredecible. Cambia de dirección sin que tengas control de ello. De la misma forma, dos almas solitarias se encuentran bajo los cálidos rayos del sol que ilumina las playas de Niza; un caballero que ha llegado a terminar el ocaso de su vida sin sospechar que será el inicio de una aventura que lo llevará a vivir los momentos más intensos y profundos, superando los prejuicios de la moralidad para entregarse a una pasión prohibida y un apuesto joven con una vida arreglada según el convencionalismo de la época, sangrando en silencio por la soledad y descubriendo en aquel viaje, lo intenso y profundo de la vida a través del amor al cual entregará todo, sin imaginar los cambios que eso ocasionará a la seguridad de su mundo…
*****
Libro 2 de trilogía “Mar de sombras”
El apuesto y afamado duque Lubomirski en su intento desesperado por encontrar a la única persona que le queda en el mundo: su pequeña hermana, se lanza a una tierra invadida por los nazis, donde ni su estatus social ni fama lo salvarán del lado más cruel de la humanidad, el cual conocerá a través de la obsesión de un alemán que le mostrará la forma más obscura del amor y que lo sumergirá en un mar de sombras del cual le será difícil liberarse…
Formatos disponibles:
Necesitas ayuda para tu descarga, puedes escribirme al siguiente correo:
geherrerabooks@gmail.com
Description
LIBRO 1 (muestra)
Madrid, 1931
El sol de la mañana y la suave brisa del norte peina los árboles que se esfuerzan por
mudar a sus colores más vivos, haciendo que esparzan sus hojas y flores por aceras y calles.
Edificios de piedra de hasta cinco niveles se levantan a lo largo de la transitada avenida, con
fachadas simétricas y ventanas de marcos en relieve de las cuales sobresalen pequeños balcones
de hierro forjado.
En los edificios de apartamentos es usual ver a señoras salir por ratos al balcón para
distraerse de su rutinaria vida marital mientras encuentran el placer en el humo de los cigarrillos.
Si no fuese por los frondosos árboles de los parques ubicados al centro de los bloques de las
construcciones, la vista estaría teñida de colores ocres y grises.
Una ráfaga de viento juega con un puñado de hojas que acaban de abandonar su hogar,
haciéndolas danzar a su ritmo, casi seductor, a lo ancho de la avenida que ha quedado desierta.
Es en verdad un espectáculo digno de apreciarse y quien lo hace es un caballero tras una de esas
ventanas rectangulares de un segundo nivel, que mantiene la mirada fija en el vaivén de sus
movimientos. A juzgar por su aspecto, está entre los cincuenta años de edad. Su bigote, que en
otro tiempo debió ser cobrizo, ostenta varias hebras plateadas al igual que su cabello lacio que
cae con suavidad sobre su rostro, pálido como la luz del astro. Sus ojos, grandes y ámbar, los ha
desviado para fijarlos en el reloj de péndulo que cuelga sobre el muro del consultorio.
El doctor se ha tardado más de lo esperado para darle los resultados de sus exámenes.
Vuelve su vista hacia la ventana, encontrando, esta vez, las mismas hojas que antes danzaban con
gracia, ser arrastradas con violencia por el viento a través de la avenida hasta desaparecer en el
horizonte. ¿Acaso la vida no es como esas hojas? O más que eso, es como el mismo viento:
impredecible, cambiante, amable y cruel, verdaderamente cruel cuando quiere serlo.
Sus pensamientos son interrumpidos al escuchar ingresar al doctor Herrera, su médico de
cabecera, que muestra un semblante serio y de real consternación. El aspecto fatigado de su
rostro se transforma en curiosidad, ¿qué noticias le trae? Es evidente que los resultados no son lo
esperado, sin embargo, en vez de preocuparse casi puede jurar sentir alivio.
*****
LIBRO 2 (muestra)
El velo de la noche se extiende a lo largo y ancho del campo, atrapando entre su
obscuridad cada objeto y ser viviente que intenta escapar de su presencia. Es preferible no ver el
firmamento que te acuchilla con sus cientos de ojos penetrantes, como una jauría de lobos viendo
a su presa, mientras la sonrisa perlada del astro muestra regocijo ante el espectáculo.
Un centelleo agrieta la obscuridad, seguido por un estruendo que hace temblar a la tierra
misma, anunciando la llegada de una noche más fría y perversa. Todos agilizan el paso, menos
Dominik, quien mantiene su mirada fija en el rótulo que resplandece con cada descarga eléctrica.
—Arbeit macht frei… El trabajo te hará libre —susurra el Rubio, al leer la inscripción del
rótulo de ingreso al campo de concentración de Auschwitz, el cual está cubierto por una densa
neblina que le da un aspecto macabro.
Pareciera la entrada al inframundo, en especial cuando se escuchan gemidos de dolor,
sollozos ahogados y disparos que intentan ser apagados por la música de fondo de marchas que
transmiten todo el día por medio de megáfonos, con el fin de destruir la voluntad de resistencia y
sembrar el terror cotidiano en los prisioneros.
Dominik, el Rubio, levanta la pesada carga de ladrillos que pone sobre su espalda al
hundir su mirada en las tinieblas de la noche.
—Chodź, nie przestawaj… Camina ¡no te detengas! —dice un joven judío de nariz
pronunciada quien camina tras él, llevando una carga similar sobre sus hombros.
Ambos están dentro de una amplia fila de judíos que avanzan hacia una bodega, cargando
los ladrillos que se vuelven cada vez más pesados por la intensa lluvia que los abate sin cesar.
Algunos, al no soportar el peso, dejan caer la carga, mientras otros se resbalan inevitablemente
por el suelo lodoso en el que transitan y reciben, de inmediato, los golpes de los oficiales que los
vigilan.
Quienes logran llegar, descargan el material y vuelven al lugar de acopio, llevan ya varias
horas en lo mismo. Sus pasos son largos y pesados, sobre todo al sentir la fría lluvia que les cala
hasta los huesos. Cubren tras una máscara de indiferencia el dolor que se hace más agudo, ya
que no pueden mostrar la más mínima debilidad frente a los alemanes.
Reviews
There are no reviews yet.